Especialistas de Latinoamérica destacan innovadora jornada de rehabilitación transdisciplinaria en La Serena

La Serena se convirtió en el centro de un encuentro formativo que reunió a especialistas de Argentina, Colombia y Chile para actualizar a equipos de salud en el abordaje integral de los trastornos del movimiento. Durante dos jornadas, profesionales de Atención Primaria, Secundaria y Terciaria compartieron experiencias y herramientas clínicas que permiten enfrentar con mayores herramientas condiciones como el Parkinson, la demencia, la esclerosis múltiple y la miastenia gravis, patologías que avanzan de manera progresiva y afectan profundamente la funcionalidad, la autonomía y el bienestar de miles de personas en la Región de Coquimbo. La actividad ofreció un espacio altamente valorado por su carácter práctico, la variedad de exposiciones y la riqueza del intercambio interdisciplinario, aspectos claves considerando que estos pacientes requieren intervenciones coordinadas y oportunamente aplicadas en distintos niveles del sistema de salud.

El curso contó con exposiciones de expertos internacionales que aportaron perspectivas complementarias para enriquecer el trabajo de salud regional. Una de las grandes invitadas fue la neuropsicóloga clínica de la Universidad ICESI de Colombia, Beatriz Muñoz, quien profundizó en los aspectos cognitivos de los trastornos del movimiento y destacó la importancia de que la red esté preparada para enfrentar la complejidad de estas patologías desde distintos ángulos terapéuticos.

“Si logramos ofrecer un manejo interdisciplinario, podríamos mejorar de forma significativa el curso de la enfermedad, enfrentar mejor las dificultades que surgen y entregar tratamientos más efectivos, lo que impacta positivamente en la calidad de vida. Este es el estándar que se aplica a nivel mundial y representa el modelo ideal, aunque en Latinoamérica aún es poco frecuente. Paso a paso se van sumando iniciativas que permiten construir un modelo propio. En este contexto, el Hospital de La Serena es pionero, porque su equipo trabaja con la convicción de que integrar a todos los profesionales es la mejor forma de garantizar un buen manejo de los pacientes”, destacó la expositora colombiana.

También estuvo presente el kinesiólogo argentino Guillermo Peker, quien compartió estrategias sobre entrenamiento de alta intensidad adaptado a personas con enfermedad de Parkinson, una metodología que utiliza estímulos breves y de gran calidad repetidos en múltiples series para reforzar el aprendizaje motor. Su participación permitió a los asistentes comprender cómo planificar intervenciones efectivas en grupos amplios y en distintos entornos clínicos. “Es una metodología de aplicación sencilla que requiere buena planificación, idealmente personalizada, aunque también puede utilizarse con grupos numerosos de personas con una misma patología. En el caso del Parkinson, permite trabajar con 10, 15, 20 o más pacientes mediante un sistema de estaciones con estímulos breves y tareas específicas de alta exigencia, donde cada participante rota para abordar las distintas habilidades que se deben reforzar en estos cuadros”.

La doctora Úrsula Hernández, jefa de la Unidad de Neurología del Hospital de La Serena, destacó esta iniciativa. “Es fundamental que los equipos estén actualizados con nuevas herramientas para el tratamiento de los trastornos del movimiento, ya que esto permite ofrecer intervenciones más específicas y adaptadas a las necesidades de cada paciente, comprendiendo mejor las limitaciones que generan estas enfermedades, como los movimientos anormales y el Parkinson. Además, favorece el trabajo conjunto de todos los profesionales hacia un mismo objetivo, evitando accidentes y priorizando la mejora de la funcionalidad de los pacientes”.

GRANDES EXPOSITORES NACIONALES

A nivel nacional, contamos con importantes expositores como la kinesióloga Marcela León, del Instituto Nacional de Movimientos Anormales (INMOP), quien resaltó el valor de construir un lenguaje clínico compartido entre disciplinas que interactúan con los mismos pacientes, subrayando que cuando se logra convergencia en los razonamientos y en los objetivos terapéuticos, los resultados y la motivación profesional tienden a fortalecerse. “Cuando todos convergemos con ideas que apuntan a mejorar la calidad de vida de nuestros usuarios, logramos un lenguaje común sin importar de dónde venga cada profesional. Al mostrar esto en el curso, surge el deseo de aplicarlo en el trabajo diario, porque desaparecen las diferencias entre centros y se vuelven visibles los puntos en que somos similares”.

La instancia práctica también se transformó en un aporte significativo. El kinesiólogo Sebastián Almozara, tambiém de INMOP Chile, destacó la utilidad de revisar en profundidad el manejo del Parkinson en entornos hospitalarios, especialmente en situaciones de hospitalización donde suelen aparecer dificultades asociadas a la movilidad, la medicación o la organización del cuidado. “Hemos recorrido varias ciudades de Chile para hablar sobre trastornos del movimiento, abordando temas generales y específicos, con el propósito de que cada vez más funcionarios de salud conozcan y comprendan este tipo de condiciones”.

A su vez, el terapeuta ocupacional Simón Vicuña, de Osorno, señaló que estos espacios permiten cuestionar prácticas instaladas y adoptar miradas actualizadas que impactan directamente en las personas atendidas. Para él, la rehabilitación requiere intercambio, evidencia y apertura constante al aprendizaje, elementos que se vieron reflejados a lo largo de toda la jornada. “La calidad de las presentaciones, los contenidos planteados, los procesos de evaluación y tratamiento, y el nivel de conocimiento que se maneja en las distintas áreas me parecen muy interesantes y valiosos de que se estén realizando”.

TRABAJO COLABORATIVO Y VISIÓN INTEGRAL

Para el equipo de Medicina Física y Rehabilitación del recinto de salud serenense, el aumento sostenido de enfermedades neurodegenerativas exige preparación continua por parte de los equipos, especialmente en áreas como la rehabilitación neurológica, que hoy incorpora tecnología de vanguardia. Entre las herramientas presentadas, se destacó el uso de realidad virtual inmersiva y no inmersiva, el entrenamiento multimodal rítmico basado en estímulos visuales y auditivos y diversas metodologías específicas que permiten plantear tratamientos más eficientes y ajustados a la progresión individual de cada paciente. La kinesióloga Valeria Gálvez, destacó que, “estamos llegando a un número importante de profesionales que muchas veces no tienen acceso a capacitaciones específicas en trastornos del movimiento, pese a que estas patologías afectan a una gran cantidad de personas. Contar con mejores herramientas, tanto para equipos médicos como no médicos, permite un abordaje más adecuado, una continuidad terapéutica más coherente y objetivos de tratamiento que realmente respondan a las necesidades de estos pacientes”

Asimismo, en el desarrollo de este curso, uno de los aspectos más valorados fue la oportunidad de reforzar el trabajo conjunto entre distintas áreas. Para Nevenka Ángel, enfermera de la Unidad de Neurología del Hospital de La Serena, este vínculo es esencial debido a que el tratamiento farmacológico aborda solo una parte del problema y las personas necesitan acompañamiento terapéutico para recuperar movilidad, mantener funcionalidad y reinsertarse en su vida cotidiana. “Es fundamental continuar con la formación de las y los profesionales, ya que constantemente surgen nuevas terapias y conocimientos que debemos difundir y compartir con los demás integrantes de la red de salud”. Destacó, además, que el trabajo coordinado entre neurología, kinesiología, terapia ocupacional y fonoaudiología permite que los pacientes avancen con mayor seguridad y con intervenciones ajustadas a las distintas etapas de su enfermedad.